Héroe: Ariel Baez.

Ariel Baez, es una verdadera heroína. Sus amigos la llaman «Ángel», y muy bien ganado tiene ese sobrenombre, pues a pesar de poseer una historia difícil, llena de retos y tragedias, ha aprendido a salir adelante manteniendo una maravillosa actitud. A pesar de lo que estás por leer, durante la entrevista no dejó de sonreír, y rió en cada oportunidad. Hoy en día sigue luchando por superarse, no solo por ella sino para los demás, pues uno de sus sueños es ayudar a personas que están pasando por situaciones similares a las suyas, a salir adelante.

Ariel, era una niña como muchas, iba a la escuela, se divertía con sus amigas y tenía muchos sueños para cuando fuera mayor. Pero a los trece años, le suministraron un medicamento que le provocó un infarto cerebral. Desde entonces, mostró ser una guerrera, sobrevivió, tuvo que someterse a varias operaciones y durante dos años estuvo en cama casi sin poder moverse. Poco a poco logró levantarse e inició una larga serie de terapias de rehabilitación que hasta la fecha necesita. Su mamá, le enseño desde cero a hablar, a comer y hasta a ir al baño. Con ayuda de una silla de ruedas logró tener movilidad en su casa, pero permaneció encerrada por años pues tenía miedo de que la gente se burlara de ella. 

Tuvo que dejar su escuela y a sus amigos en primero de secundaria. Ella quería salir, quería seguir estudiando pero el miedo la frenaba. Se habían creado una serie de chismes acerca de lo que le había pasado, incluso se llegó a decir que le habían hecho brujería. Todo esto derrumbaba su autoestima, le daba pena salir a la calle y que la vieran en su estado; con dificultad para moverse, en silla de ruedas y con problemas al hablar. Sus padres eran su única compañía. 

Cuatro años después de que su vida cambió, salió por primera vez con la que era su mejor amiga en la secundaria, era la primera vez que la vería desde entonces. Estaba muy nerviosa pues iría a su fiesta de cumpleaños, y no sabía qué esperar de la gente que estaría ahí. Afortunadamente, su amiga la recibió de brazos abiertos. Ella y sus amigos la aceptaron y la hicieron sentir bienvenida, no se había sentido tan feliz desde hace mucho tiempo. 

Poco a poco su animo fue regresando. Esto, la alentó a entrar a un “Centro de atención múltiple” (CAM), creados por el gobierno de México para dar servicios de educación especial. Una bendición para Ariel, una vez más, cambió su vida por completo. Ya no se sentía deprimida, veía las cosas desde una nueva perspectiva, una psicóloga del centro de atención la ayudó a recobrar su autoestima y a no tener miedo al “bullying”. Terminó su secundaria y ahí mismo estudió serigrafía durante cuatro años mientras cursaba la preparatoria.

Todo parecía ir bien cuando en 2017 murió su papá. Un golpe muy duro para Ariel, y por si fuera poco, las cosas se complicaron en su casa. Pero decidió no dejarse caer. decidió seguir adelante. 

Al terminar sus estudios, encontró que conseguir un trabajo le sería muy difícil, o le pedían hacer cosas que ella físicamente no puede hacer, o no le tenían la paciencia suficiente. Fue entonces que como pudo, montó un negocio de serigrafía, su mamá, le ayudaba a ir por los materiales y sacar el proyecto adelante. 

Ariel es de la idea que una capacidad no es limitante para disfrutar de la vida. Continuó con sus rehabilitaciones y en el hospital conoció a su actual novio, un chico que la inspira a crecer, ya que como ella, ha tenido que superar una discapacidad. Recuerda con alegría que fue en su primer cita cuando salió sola a la calle por primera vez. Con él, y la fortaleza que le transmite, se ha atrevido a hacer cosas de las que antes no se sentía capaz.

Siguió estudiando, entró a cursos en computación, ingles, administración, entre otros. Se fue haciendo de más amigos, quienes como mencioné, le llaman Ángel, pues siempre tiene una actitud amable y sonriente.

En el 2020 a principios de la pandemia, su madre falleció. Una vez más, su mundo se vino abajo. Tuvo que dejar de estudiar y se vio obligada a cerrar su negocio, pues ya no había quién le ayudara a ir por el material que necesitaba. Nuevamente intentó buscar trabajo pero fué inútil, se encontró con los mismos problemas que había tenido años atrás. 

Se sentía deprimida y estaba desesperada, parecía no haber solución. Pero Ariel, tiene un corazón de héroe, no se dejó caer, no se iba a dejar vencer. Ella es creyente de Dios y tiene la convicción de que está en este mundo para algo, de que sobrevivió por una razón y de que hay un plan para ella. 

Decidió abrir un nuevo negocio: “Artiel”, en dónde fabrica y vende bolsas hechas a mano. Con diseños originales y creativos. Puedes apoyarla y ver su trabajo en Facebook como @ArtielMX y en Instagram como @Artiel.mx

Empezó como respuesta a su necesidad, pero siempre soñadora, desea ayudar a que otras personas con discapacidad que se han encontrado en problemas como ella, que han sufrido discriminación como ella y decirles que pueden salir adelante. Le gustaría ofrecer oportunidades para que puedan trabajar dignamente. O inspirarlos a avanzar y decirles que todo es posible. 

Ariel cerró la entrevista dando un mensaje muy claro que desea transmitir a quienes lean estas lineas: Todo el mundo puede salir adelante si se lo propone. Si tienes salud lo tienes todo, es lo más importante. No te tires al drama cuando tienes todo para hacer lo que deseas hacer. No consumas drogas, no destruyas tu cuerpo que yo daría todo por tener tus piernas y poder caminar. No hagas de lado a las personas con discapacidad, somos humanos y también tenemos sueños e ideas, ten paciencia. Si tienes una limitación, no te derrumbes, no somos “pobrecitos”, podemos buscar alternativas, buscar la forma. Confía. Sigue adelante. Sí se puede.

Por ahora, a sus veintitrés años, Ariel desea terminar dos carreras universitarias, sociología y diseño gráfico, espera poder hacer crecer su negocio «Artiel» y ayudar a todos a su alrededor. Apoya a este Ángel y comparte este artículo, sigue sus redes sociales en Facebook e Instagram. Su trabajo es maravilloso, hoy puede ser el día en que regales una bolsa. 

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